San Pol de Mar es un municipio de la comarca del Maresme, en la provincia de Barcelona, situado a unos 50km de la capital.
Esta localidad costera surgió en torno al monasterio de San Pablo, en el siglo X. Tradicionalmente fue una villa de humildes pescadores hasta que hacia finales del siglo XIX y principios del XX y gracias a la presencia de la línea de ferrocarril del Maresme fue descubierta por la burguesía y clases bienestantes catalanas, que la eligieron como lugar de veraneo por su encanto y proximidad con Barcelona.
Esta pequeña población basa actualmente su economía en el turismo aunque no están masificados en ella los hoteles de gran capacidad sino más bien dedicados a un turismo familiar de medio-alto nivel adquisitivo. También cabe destacar la industria pastelera, de gran renombre en la zona.